sábado, 10 de mayo de 2014

EVENT ID: 10666FF




El EventID 10666FF es un corte de vídeo de procedencia desconocida.


Aunque se conoce el nombre de la localización que aparece en las imágenes, se desconoce el nombre del camarógrafo o la persona que filtró el documento, originalmente una simple grabación doméstica de las vacaciones familiares en el parque de atracciones "The Land of Oz".


Se cree que la fecha de la grabación es el 6 de julio de 1966, lo que da nombre a parte del ID (o identificador personal) del documento: 06/6/66.


La letra I del principio representa su categoría de material Internacional. Aunque el material es antiguo y está dañado, la película es una de las pocas grabaciones originales del parque, en el que se pueden observar a los actores y las atracciones en funcionamiento.


Aunque el material no sigue el criterio de selección documental de actualidad, típico del departamento de Documentación de las televisiones, la apertura de una zona temática basada en el Mago de Oz en el parque de Disneyland, trajo de vuelta la polémica sobre el abandono de "The Land of Oz" , y estas imágenes fueron compradas en una copia analógica de DVD a una importante agencia internacional que no puedo nombrar.


El soporte fue formateado repetidas veces, pero fuentes cercanas me han asegurado que este corte no estaba clasificado por la agencia y no incluía ningún resumen sobre el contenido de las imágenes.



La letra F del evento corresponde al documentalista que originalmente seleccionó esta grabación, que entró dentro del proceso de tratamiento documental debido a su rareza, ya que la televisión en cuestión no tenía referencias sobre este parque en su base de datos, y podrían ser utilizadas como recurso en caso de que hubiera incidentes en Disneyland o para noticias conmemorativas o de entretenimiento sobre la temática del libro en el que están basados ambos parques.


Por último, la letra F final es el número correlativo asignado por el generador de IDs, máquina presente en muchos centros de documentación para evitar que la escritura a mano de los eventos (imágenes guardadas) puedan ser introducidos mal en una base de datos y pisarse.


Nótese que las dos letras finales corresponden al número 6 dentro del abecedario, una simple coincidencia que aporta un detalle aún más siniestro al caso.


Aunque originalmente fue expurgado por los incidentes mortales relacionados con el visionado de este material y el ID no ha vuelto a utilizarse, durante la última migración digital de la cadena de televisión el documento a vuelto a aparecer dentro de la base de datos.


Aunque no ocupa el mismo identificador, se puede ver el documento dentro de la base de datos en determinadas fechas y horas del día, siempre dentro de una cabina de edición y a oscuras, como si una excesiva iluminación hiciera daño al material original de las imágenes.


Otras personas afirman haberse encontrado con las imágenes dentro de un Asset relacionado con accidentes trágicos en parques de atracciones.
El documentalista F.





F es la letra asignada como documentalista a la persona que inicialmente cortó, seleccionó y preseleccionó estas imágenes.


Este tipo de letras son aleatorias dentro de un departamento de documentación y es una forma cómoda de reconocer a la persona que ha seleccionado unas determinadas imágenes, que posteriormente serán utilizadas por los redactores para elaborar una noticia.


Siguen el abecedario, y son dadas según orden de entrada a la empresa, usando las mismas letras en minúscula cuando se terminan. Cuando un documentalista se va, su letra queda asignada a otra persona junto al flujo de trabajo de su anterior ocupante.


En tres días vimos como "F" pasaba de ser una persona normal a cometer suicidio dentro de uno de los puestos de edición de la empresa. Las imágenes que estaba viendo en el momento de su muerte son un misterio, ya que en la pantalla sólo había una señal de Error de formato, como si el bruto con el que trabajaba tuviera un error, o hubiera un problema de tráfico dentro de los servidores.


Ese mismo día, hubo un fallo en uno de los servidores de la Sala de Continuidad de la televisión, que junto a los materiales aislantes de la cabina, nos impidió escuchar sus gritos, posiblemente de socorro ante algo o alguien más dentro del reducido recinto.


El forense aseguró que tenía la garganta desgarrada de tanto gritar.


Dos días antes empezaron las alucinaciones de F. Era una persona muy trabajadora, y estaba dentro de una mala racha tanto laboral como personal. Su flujo de trabajo era menor, y el jefe revisaba cada dia el número de documentos que había analizado.


La falta de sueño le hacía más lento a la hora de analizar, y aunque superaba diariamente cuatro cafés, no parecían suficientes para darle más energía, por lo que tenía que aumentar el número de horas de trabajo y conectarse por acceso remoto desde su casa para continuar. Parecía a punto del colapso.


En más de una ocasión nos habíamos ofrecido para ayudarle y reducir el volumen de compactados que había sobre su mesa, esperando para ser analizados, pero F era demasiado orgulloso y se ofuscaba con la sola mención de quitarle responsabilidades.


Al parecer tenía problemas con su mujer en casa, y se estaba dedicando al 100% a su trabajo, dejando a un lado su salud.


Aseguraba que alguien le había susurrado varias veces al oído mientras visionaba el video. Llamó a los informáticos, asegurando que otra señal de sonido estaba entrando por los auriculares.


Por más que comprobaron el Newscater y revisaron las conexiones ninguna señal se había filtrado, y las cabinas que lindaban con la sala en la que editaba F estaban vacías.


La voz no era de un locutor ni aparecía en las señales de audio de la cinta. Sólo había un único canal de audio, ocupado por el sonido de una pianola.


Los susurros continuaron, y aseguraba escuchar risas de niños a su espalda. Ninguno le creímos, pensábamos que el exceso de trabajo y la cafeína le habían causado una mala pasada, y le pedimos entre risas que fuera al otorrino.


Al día siguiente parecía estar hecho polvo. Miraba a todos lados, sudando como un cerdo y buscando presencias que no existían. Cuando le preguntamos qué andaba buscando, pensando que había perdido algo, contestó que estaba buscando las estatuas, única manera de encontrar el camino de vuelta a las baldosas amarillas.


Teníamos nuestro propio trabajo y aún no habíamos visto el vídeo, así que no relacionamos a tiempo la información y seguimos a lo nuestro.


No se trataba de un caso aislado, dos personas del Departamento de Ingesta, los encargados de digitalizar el material de la cinta, habían caído enfermos, con fuertes vómitos y diarrea severa, pero debido a la cantidad de documentos que entran todos los días a la televisión fue un hecho casual y sin importancia.


Al tercer día, F apareció ahorcado en la sala de edición, a oscuras y con el termostato en su punto más bajo. Sobre su mesa, un papel que rezaba lo siguiente: "Creo que he perdido mi oportunidad para volver al camino de baldosas amarillas".


Aunque los empleados del Departamento de Ingesta se recuperaron, aseguraban haber escuchado susurros de voces agudas durante su comparecencia.


Tras su muerte, los documentos pendientes de F fueron asignados a otros documentalistas. Dos personas más accedieron a este documento. Aunque las consecuencias no fueron tan graves, en todos los casos escucharon susurros de criaturas agazapadas al nivel del suelo, con voces agudas y extraños cánticos.


Para entonces las imágenes ya tenían cierta fama y nadie se atrevía a abrir el archivo por voluntad propia.


Por un afortunado fallo, el Departamento de Gestión de contenidos eliminó el evento, ya que las imágenes no fueron marcadas como “reservadas”, y por lo tanto, se procedió a su expurgo como parte de la normativa general.


Las imágenes mostradas en esta página nunca fueron empleadas para una noticia, por lo que no se conservan dentro de la copia de emisión ni la copia judicial de la cadena, evitando que los espectadores se hayan visto afectados por este curioso fenómeno.


No se conoce la localización exacta de las imágenes en la base de datos actual, y en teoría son irrecuperables al no tener identificador, sin embargo, debes tener cuidado.


El comportamiento de esta grabación es viral, y parece tener vida propia. Si por casualidad te encuentras con una grabación dañada en calidad Super8 de "The Land of Oz" sin otro sonido que el de una pianola quizás deberías apagar tu navegador y desenchufar el ordenador.


Mantén los ojos bien abiertos.












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