Tantas cosas sucedieron la semana pasada... cosas que he de contar ahora que puedo.
Todo comenzó hace exactamente dos semanas. Habíamos ido toda la familia de compras al centro comercial que había en el pueblo (Para situarnos mejor, ese centro comercial es el Vega Plaza, en Molina de Segura) Por aquel entonces, yo iba a la búsqueda de un Super Smash Bros. Brawl para la Wii, la cual me habían regalado hace ya 10 meses por mi cumpleaños, pero esa búsqueda resultaba inconcluyente. Allá donde iba, me decían o bien que se habían acabado, o bien que estaba fuera de stock. Así que, como supondréis, mi alegría al ver la caratula de dicho juego en la sección de segunda mano del GAME fue equivalente a la de tener un hijo. Rápidamente, cogí el videojuego y lo llevé a caja. El dependiente me cobró y cogió el disco correspondiente al videojuego que había adquirido. "Que suerte tienes", me dijo, "es el último que me queda". Por desgracia para mi, el dependiente se equivocó al afirmar la suerte que tenía... en cuanto llegué a casa, encendí la Wii, conecté el mando de GameCube e introduje el juego sin mirar el dibujo del disco... Ese fue mi primer error.
¿Para qué mentiros? El juego funcionaba como la seda. Aparecieron los personajes en el acantilado viendo el amanecer/atardecer y todo el opening del videojuego, el cual me vi entero como hago siempre con todos los videojuegos que tengo. Por fin salió la pantalla de inicio. Y después de ella, el menú. Lo primero que hice fue jugar un brawl para probar un poco el funcionamiento del juego. Me cogí a Samus ya que siempre me han gustado los juegos de Metroid. Me gustó el diseño del personaje. Sus ataques tenían largo alcance, y eso me gustó. Una vez acabó el combate (del cual salí vencedor) me dirigí al modo de 1 jugador y elegí el modo aventura en dificultad normal. Nada más empezar me salió una cutscene y me dieron a elegir entre Mario y Kirby. Elegí a Kirby y comenzó el combate. Durante 6 días me dedique a pasarme el modo historia sin pararme en otros modos. Me enganchó la historia y el modo de juego. Al final, conseguí vencer a Tabuu la tarde del sábado (el sexto día). Todo esto sin haber perdido ni continuado ni una sola vez. Al elegir partida después de vencerle, me encontré conque solo me había pasado el 96%, así que me metí en una de las tres fases que quedaban sin corona. Al avanzar un poco, me encontré con una puerta que no estaba ahí la primera vez que estuve ahí. Curioso, me metí dentro. Tranquilos, que solo era la puerta para acceder a la posibilidad de desbloquear a Toon Link. Después de reclutarlo a la primera, hice lo mismo con las otras dos fases, desbloqueando a Jigglypuff y a Wolf. Ya estaban todas las fases con la corona. Sin embargo, el porcentaje mostraba que aún no se había completado el juego al 100%, sino al 99%. Entonces, me fijé en un nivel que acababa de aparecer en el mapa. Justo en el centro de la burbuja del subespacio, entre las cuatro entradas al laberinto subespacial. Mi curiosidad y mis ganas de completar el juego al 100% me impulsaron a elegir dicha fase. Ese fué mi segundo error.
El nivel se desarrollaba en el subespacio. Sin embargo, no había en todo el nivel ningún enemigo. Llegué al final del nivel en unos 3 minutos (ya que había elegido a Sonic para superarlo). Me extrañó ver que no había nada en el nivel, salvo la plataforma que se inclinaba hacia arriba. En la cúspide de aquella "montaña" había una puerta azul. No lo dudé. Entré. Una nueva cutscene. En dicha escena aparecía un mii (uno de los mii invitados chico) boxeando. Y, al dar un derechazo a su oponente, un cartel como el que aparecía cuando se presentaba un nuevo personaje en la historia, apareció. Dicho cartel rezaba: "Mii". La cutscene se detuvo un instante pata dejarme leer aquél cartel y, rápidamente, continuo mostrando a aquél mii dándose la vuelta y adoptando una pose de desafío. El juego cargó unos 15 segundos, y después, aparecieron Sonic (mi personaje) y el Mii en el campo de batalla. La cuenta atrás acabó y pude controlar a mi personaje. El mii no se movía, lo cual me extraño, pues los pnj nunca se quedaban quietos. Dejé eso a un lado y empecé a atacarle. Después de un par de golpes, el Mii reaccionó y empezó a moverse. Sin embargo, seguía sin atacar. Tan solo huía de mi personaje. Encontré esto más raro si cabe, pero lo ignoré y conseguí subirle el daño porcentual a 75. Entonces su estrategia cambió. Empezó a atacar. No usaba especiales, solo atacaba. Aproveché para darle el golpe de gracia y mandarlo por los aires. El mii salió volando y chocó con la pantalla un instante antes de que surgiera la columna de luz que aparece siempre que un personaje queda eliminado. Sin embargo, aquél instante, al chocar contra la pantalla... no sé... me pareció que el mii estaba herido o algo... Me salió la notificación de que había desbloqueado al Mii como personaje jugable, que había completado el plantel y que había completado el juego al 100%.
Salí del modo historia para meterme en el modo práctica. En el recuadro donde se solía ver la opción de "aleatorio", aparecía el logo de los miis en su lugar. Eché una foto a la pantalla de selección de personajes para subirla más tarde a algún foro, Y lo escogí, dandome cuenta de que no era el mismo invitado al que me enfrenté. Probé los ataques del mii en Destino final. Los especiales estaban bien. El especial hacia arriba consistía en que el mii se ponía los guantes de boxeo y lanzaba un gancho que le impulsaba. Además, a veces los guantes son dorados y hacen el doble de daño; El especial quieto era sacar un bate de béisbol y cumplía la misma función que el bate de objetos; El especial moviéndose trataba de que el mii sacaba una raqueta de tenis y lanzaba una pelota a velocidad variable (A mayor velocidad, más daño); y, el especial hacia abajo hacía que el mii sacara un palo de golf y golpeara a los que están alrededor. Probé también el Smash Final. Si tienes cerca a un oponente, se lo lleva a otra pantalla igual que hace C. Falcon. Solo que, en vez de atropellarte con su nave, coge una bola de bolos y utiliza al pobre desgraciado que pille como uno de sus bolos lanzándo al rival siempre fuera de la pantalla. Decidí que ya era suficiente Smash aquel día y apagué la Wii. Conecté el ordenador y me metí en una página web de foros. Allí, creé un hilo y subí la foto del plantel que había realizado anteriormente. No tardaron en llegarme réplicas diciendo que la foto estaba retocada con photoshop. Yo me extrañe, y entonces pensé: "A lo mejor es que solo se puede desbloquear pasando el modo historia sin continuar", así que pasé de ellos. Sin embargo, 350 réplicas en 4 horas eran demasiadas como para ignorarlas. Decidí sacar el disco para examinarlo, pues pensé, que a lo mejor, encontraba algo raro. Bingo. En el dibujo del disco, justo entre Samus y Peach encontré un mii. Además, el dibujo estaba impreso en tinta roja sobre fondo negro. No le dí importancia en ese momento. Sin duda, ese fué mi 3er error.
Al día siguiente, quise probar el modo jefes finales. Decidí elegir al mii. Y comprobé que, en vez de cambiar colores como con los otros personajes, cambiaba de mii. Todos los miis de la consola se encontraban disponibles para elegir. Sin embargo, por más que busqué al invitado contra el que luché aquella vez, no lo encontré. Cogí mi mii personal y puse la dificultad en nivel muy difícil. Esas dos elecciones fueron los peores errores de mi vida.
El juego cargó durante 30 segundos y, rápidamente me llevó a un combate contra Galleom. Conseguí vencerlo sin sufrir daño, lo cual me sorprendió e hinchó mi pecho de orgullo. Llegué a la pantalla de respiro, esa donde el personaje puede curarse y se puede observar qué jefe va después. Tocaba contra Duon. Desplacé mi mii hacia la plataforma de teletransporte, y, rápidamente me vi encima de la Hal Abarda enfrente de Duon. Seguí golpeando hasta que a Duon le quedó un curto de su barra de vida. Entonces ocurrió. Duon alcanzó al mii con sus cuchillas. Y, al mismo tiempo que el mii sufría daños, yo noté un horrible dolor en el vientre. Detuve el juego y examiné mi vientre. Cual fué mi asombro y mi temor al ver que tenía un corte algo profundo que sangraba. ¿Como era posible que semejante herida apareciera de repente en mi cuerpo? Me dirigí al botiquín y me vendé la barriga intentando detener la hemorragia. Una vez la herida dejó de sangrar, continué con el juego, ajeno a todo lo que había sucedido. Sin embargo, antes de reanudar la partida, observé, con pavor, que el mii estaba también herido en el vientre. Una mezcla de miedo y terror me sacudió por dentro. Y entonces lo entendí. Entendí porqué no logré encontrar al invitado que vencí, porqué huyó de mi cuando combatimos, porqué ese corte había aparecido en mi vientre: los miis estaban conectados con sus creadores. Si el mii era herido, el jugador también lo sería. Y si el personaje moría... Aterrado por la idea, me levanté a apagar la Wii, queriendo olvidar todo eso y que quedara en un mal sueño. Pero, al pulsar el botón de apagado, lejos de apagarse, sonó la voz del presentador, algo distorsionada y grave. Y escuche que decía lo siguiente: "¿Quieres vivir? Entonces tu única salida es vencer a Tabuu sin ser derrotado. Buena suerte..." La pantalla se torno roja un instante. Un rojo sangriento, que adivinaba lo que me sucedería si era derrotado. En ese momento, recuerdo haber deseado poner la dificultad en fácil...
Reanudé la partida y ataqué a Duon esquivando los proyectiles que me lanzaba su parte rosa hasta debilitarlo. Mi daño porcentual estaba en un 23% . Y solo había sido golpeado por aquella cuchilla. Regresé al punto de respiro. El siguiente jefe era Rayquaza. Quería acabar con aquella pesadilla. Tenía miedo de entrar y que Rayquaza acabara con mi vida. Pero algo me impulsó a enfrentarme contra él. La batalla era dura. No podía dejar que ningún otro ataque me golpeara, pues, de hacerlo, sus heridas pasarían a mi cuerpo. Me golpeó un rayo. Aún me duele ese rayo. Mi cuerpo quedó paralizado mientras me retorcía de dolor. Solté el mando, que cayó al suelo de un ruido sordo. Pero pude recuperarme y darle el golpe de gracia a Rayquaza.
Llegué a la zona de respiro con un 57% . Ya había vencido a 3 jefes, pero el típico trofeo de premio no se materializó. Pensé que no era mala idea recuperar el % del mii, pero, a la derecha, donde normalmente se encontraban 3 corazones, solo había uno. Ahora sí me asusté. Si quería enfrentarme a Tabuu con 0%, debía luchar a vida o muerte contra 6 jefes más. Se escuchó una risa maléfica que me congeló la sangre, y, acto seguido, el presentador habló: "¿Creías que sería tan fácil?" De nuevo rió. Yo me enfadé. Me enfadé con el juego, con el presentador, conmigo mismo, por haberme metido en esta película de terror. El mii lucía mal. Su ropa estaba algo raída, la hería de su vientre sangraba y parecía que tenía quemaduras por todo el cuerpo. Sospeché que yo no lucía mejor aspecto. Avancé al cuarto jefe, Floro piraña. Este jefe es sencillo de esquivar y conseguí salir indemne. El siguiente fué Porky. A mitad de combate consiguió darme con el láser. Todo mi cuerpo ardía, más la quemadura hacía una carretera en mi cuerpo sin recorrerlo entero. Salí con vida, pero con un 68% .El sexto jefe fué Ridley. Conseguí debilitarlo bastante, pero al final me golpeó con su ataque aéreo (cuando bate las alas creando una ráfaga de viento). Noté en mis carnes ese viento afilado que cortaba como cuchillas. El mii estaba recubierto de rasguños color carmesí, y el daño porcentual ascendía a 79% Me sentía débil, cansado, como si cada vez que respiraba fuera la última vez. Sin embargo, no podía rendirme. No ahora, que estaba a 4 jefes de salvarme. Le golpeé con el bate y acabé con Ridley. Ya solo quedaban 4.
El siguiente en la lista era Meta Ridley. Lo cual me hundió el alma a los pies. Meta Ridley es muy impredecible, y casi siempre intenta hundirte con la nave. Además, mi daño porcentual era bastante alto. Analicé la situación. Quedaba Meta, Master hand y Crazy hand antes de Tabuu. Si me curaba entonces podría sobrevivir al ataque de Meta. Pero podría no llegar sano a Tabuu, ya que Master y Crazy hand no son tan sencillas como parece. Decidí arriesgarme a luchar contra Meta sin curarme. El túnel estaba salpicado con manchas de sangre, al igual que la nave y mi Mii, ya malherido por todos los ataques que le habían alcanzado. "Oh, Dios" pensé, "si mi mii está así, ¿Como estaré yo?" Pausé el juego para ir al baño, mirarme en el espejo y, ya de paso desinfectar las heridas. Pero al llegar a la puerta comprobé que estaba cerrada a cal y canto, y no logré abrirla. Lo más raro es que creía haberla dejado abierta... El presentador se mofó de mi con su risa diabólica. Aún hoy sigo soñando con esa risa perturbadora, grave, loca, distorsionada, sedienta de sangre... Tenía miedo. Quería salir de allí, apagar la consola, curar las heridas... quería despertar... pero el juego no quería que escapara. Quería que lo superara... o muriera cruelmente intentándolo.
Reanude el juego otra vez y ataqué a Meta Ridley con los ataques mas fuertes, mientras esquivaba todas sus acometidas. Pero no pide esquivar sus bolas de fuego. Quemaban. Era como estar en el infierno. Todo mi cuerpo ardía, abrasado por aquel fuego virtual que había alcanzado a mi personaje. Quería gritar, llorar, pero no me lo permití. No dejaría que ese juego me oyera gritar. Mire mi porcentaje. 94. "Mierda", pensé. Si me golpeaba una vez más dudo que sobreviviera, así que ataqué con el especial hacia arriba... y, por una vez en todo el día, la suerte me sonrió. Salieron guantes dorados que acabaron con lo que quedaba de la vida de Meta Ridley. Volví a aquella cueva maldita. Ahora mi rival era Master Hand. Respiré aliviado. Los ataques de Master Hand son bastante predecibles, y si te golpea con el láser múltiple queda muy vulnerable. Así que me adentré en la luz que me llevaría a aquel combate.
Qué visión tan grotesca. La Master hand era ahora una mano amputada que chorreaba sangre. No llevaba guante. Era una mano humana. Y muy real. Se podían ver los músculos y el hueso por la parte de la muñeca, tenía pelos en los nudillos y unas uñas con restos de sangre incrustadas. En la batalla contra los otros 7 jefes no se veían gráficos tan realistas ni tan tétricos. Comencé a atacar mientras observaba aterrado como el fondo, antaño cósmico, mostraba ahora imágenes de guerras, catástrofes, sufrimiento. Fue un milagro que Master Hand no me rozara en toda la pelea. Y más aún que usara los láseres. Al darle el toque de gracia, en vez de salir volando lejos, cayó en el suelo chorreando más sangre. La escena, afortunadamente duró poco.
Me encontraba una vez más en la cueva. Pero ahora lucía de un rojo bermellón qué, combinado con el negro, daba un aspecto muy gore al lugar. Los trofeos de los jefes habían sido sustituidos por sus esqueletos. El siguiente era Crazy Hand. La música había cambiado y ahora sonaba como al revés, suponiendo la guinda de este horrendo pastel. Cada vez estaba más asustado, pero iba a pasar ese juego del demonio y sobrevivir. Solo para callarle la boca al presentador. Me situé en el pedestal, ahora bañado por una luz rosada. Y la vi.
Crazy Hand tampoco llevaba guante y chorreaba sangre, pero, al contrario que Master Hand, no era humana. La piel, azul, marcaba en demasía los huesos; sus uñas, afiladas y amarillas, llevaban costra formada por sangre coagulada que, seguramente, no era de la propia mano.Esta, además, estaba vacía por dentro. De tal manera que, cuando giraba, se podían ver todos los detalles de fuera. Me lanzó bombas, se retorció, atacó cual taladro... yo esquivaba por poco sus ataques mientras intentaba acabar con ella. Conseguí vencerla. Al igual que Master Hand, Crazy Hand se retorció en el escenario hasta quedarse quieta. Ya estaba. Solo quedaba Tabuu.
Cual fué mi sorpresa al llegar a la zona de descanso.
No había nada. Tan solo los esqueletos de los jefes al fondo, salpicados en sangre. Ahora la sala era más grande, y tuve que avanzar mientras los esqueletos de todos los jefes finales iban pasando por detrás del mii. Al llegar al pedestal, que lucía como debía (luz blanca/azulada, sin sangre, etc) lo salté para dirigirme a por el contenedor de corazón. No había nada. Se volvió a escuchar la risa del presentador acompañada ahora de la risa despectiva de un público invisible. "Vaya, ¿Creías que podrías guardar un corazón por tanto tiempo? Debiste cogerlo antes..."Me dijo. "¿Donde está ese corazón?" Grité, pensando que me respondería. Se volvió a escuchar la risa del público. "No deberías tratar ese corazón como un extraño... más que nada... ¡Porque es tu corazón!" Pegué un respingo. Me había respondido, cosa que no esperaba. Y, además, me había dicho que ese corazón era el mío. Aterrado, me llevé la mano al pecho. Y casi lloré al no notar ningún latido. "Morirás en 5 minutos" Acto seguido, un cronómetro analógico apareció en la esquina inferior derecha. "¿Quieres seguir vivo?" Me preguntó. "Tabuu tiene tu corazón. Recupéralo antes de que se te acabe el tiempo... ah, y otra cosa, tu porcentaje está mal..." El porcentaje ascendió a 666% Entré en pánico. Aún en nivel normal, tuve que usar 5 intentos para vencerle. Ahora solo tenía un intento. Y no me podía rozar, o estaría muerto. El presentador rió de nuevo y el cronómetro empezó su cuenta atrás. Subí al pedestal que me transportó ante Tabuu.
El fondo ahora me recordaba al que salía en la batalla final contra giygas. Demasiado tétrico. Tabuu estaba ahí, cruzado de brazos, esperándome. En vez de esa especie de rosquilla, había un contenedor de corazón en su pecho. "Mi corazón", entendí. Corrí a atacarle, pero él se teletransportó. 4 minutos. Usó el ataque de la lluvia con meteoritos (cientos de gotas que acaban en una bola de fuego) que conseguí esquivar y aprovechar para herirle. Cada uno de mis golpes le hacía una pequeña herida a Tabuu. 3 minutos. Le quedaba la mitad de vida. Atacó con el pez y esa especie de cuchilla circular/bumerán. 2 minutos. Se rodeó de electricidad. Aproveché para atacarle con la raqueta de tenis. 1 minuto. Mi tiempo se acababa. Tabuu se teletransportó dejando un rastro de explosiones. 50 segundos. Le quedaba un "pixel" de vida. Un golpe más y la pesadilla habría acabado. Pero entonces... entonces desapareció para aparecer de fondo. 40 segundos "No". Grité. "No No No NO NO NO". Iba a hacerlo. Iba a lanzar su ataque de alas. Ese ataque era inesquivable. Casi me doy por vencido. Pero entonces escuché la risa maníaca del presentador. Su risa, lejos de amedrentarme, me dio coraje, valor, rabia. Probé a esquivar las ondas que lanzaba. 30 segundos. Una, dos, tres... conseguí esquivarlas. Entonces, volvió a lanzarme más ondas. 5 en total. Me pilló por sorpresa, pero pude esquivarlas. 20 segundos. Reapareció en lo alto de la pantalla. 15 segundos. Salté. No llegaba. El presentador reía. 12. Usé el especial. 10. Murió. Se fué fundiendo con el fondo. Mi corazón logró salir de su cuerpo y descendió lentamente. 5. Salté. 4 la vida se me escapaba. 3. Debía... 2. Cogerlo...
Me he despertado hoy, una semana después en la UCI. Vivo, así que supongo que lo logré. Hace dos horas me bajaron a planta, y mi padre me trajo el portátil, así que puedo escribir esto. En cuanto me den el alta pienso tirar el juego a la trituradora para que no atormente a nadie más.
...
/Una semana después/
Aún no me creo lo que ha pasado.
Al volver a casa y sacar el disco, descubrí que el mii que se encontraba en el disco ya no estaba, y que el dibujo era un estampado negro sobre fondo blanco. Con temor, lo introduje en la ranura de discos. Fuí rápidamente al brawl y observé el plantel. El lugar donde antes estaba el logo del mii volvía a ser ocupado por la interrogación del personaje aleatorio. No quedaba ninguna prueba de que sucediera aquello en la Wii. De aquella tarde solo queda un logro desbloqueado, una foto, y una cicatriz en el vientre...
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